Hoy 8 de agosto vuelve a celebrarse el "Día Internacional del orgasmo femenino". Y es una buena ocasión para tocar un tema que es motivo de misterio y angustias en el seno de muchas parejas. Parecería que uno de los temas más impotantes de una relación romántica se oculta bajo los mantos de los miedos, los prejuicios... y es que la sexualidad desvela los más secretos recelos de cada un@.
Por eso, desde aquí recomiendo a todos mis lectores -y recordando el título de esa fantástica película de Pedro Almodóvar- que hablen con ella sobre sus orgasmos. Recuerdo una encuesta informal que hice alguna vez a hombres y mujeres sobre el tema. Les preguntaba a las mujeres si habían fingido orgasmos, y la totalidad dijo que sí. La razón fundamental: no hacer sentir mal a su pareja o compañero de cama. Otras razones eran, como me dijo con gracia una mujer inglesa: "Cuando no tengo muchas ganas y mi marido sí, y quiero que termine rápido, entonces finjo un orgasmo".A los hombres les preguntaba que si eran capaces de notar la diferencia y que se les preocupaba el tema. Todos dijeron que les preocupaba, que procuraban brindar orgasmos reales a sus mujeres. Algo fácilmente deducible, pues para los de ambos sexos el placer del otro proviene de nuestras propias capacidades de provocarlos, y también en la continuidad del encuentro. También es un asunto puro y simple de ego y vanidad, que tod@s tenemos, en mayor o menor grado.
Cuando hablamos de sexo casua ly esporádico, probablemente no importa demasiado si se fingen o no, si se disfrutan o no. Supongo que cada un@ decidirá si repite o si pasa página. Pero en las relaciones establecidas sí es un tema importante al que hay que ponerle valentía de parte y parte.
Vale la pena, y sobre todo la alegría, atreverse a hablar del tema. La sexualidad es el campo donde nos desnudamos, no solo de cuerpo, si no de alma, y donde afloran nuestros prejuicios, traumas, inseguridades... Ninguna mujer debe sentirse culpable o frígida, o extraña, si no logra tener orgasmos con su pareja, y ningún hombre que haya puesto su mejor intención, que esté enamorado y que guste de su pareja, tampoco.
Para resolver un problema, lo primero es admitirlo, aceptarlo, y luego buscar juntos alternativas. Hay información Internet, psicólogos y sexólogos, hay juguetes eróticos, hay muchos recursos. La culminación satisfactoria del acto sexual, el orgasmo, es un regalo de nuestra naturaleza, y si es compartido con amor y por amor, es simplemente una obra de arte.
Laura Jo
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