"Los que tan al revés viven dicen ser la gente más ilustre y la más lúcida. Mas no falta quien afirma que andando de noche como fieras, vivirán de día como brutos" (Baltasar Gracián, El Criticón).
"El que siga buen camino tendrá sillas peligrosas que lo inviten a parar", dice Silvio Rodríguez en una de sus bellas canciones. El ser humano que sigue un camino recto, con metas y sueños claros y definidos, siempre va a ser tentado por la vida fácil, vacía e intrascendente. Las sillas del placer y la trivialidad suelen ser cómodas y tentadoras. No hay que ser muy sabio para saber que las sillas de un car wash siempre van a ser más acogedoras que las duras butacas de una universidad.
Ahora bien, como yo solía decirle a una persona que quise mucho, existen dos caminos, el de la vida fácil e intrascendente y el camino del éxito, que casi siempre va acompañado de sacrificio y soledad. ¿Existe el éxito sin el trabajo duro? No, como dijo alguien por ahí, "en el único lugar que la palabra éxito aparece primero que la palabra trabajo es en el diccionario". En la vida nada es gratis, todo tiene un precio que hay que pagar.
La silla más peligrosa que encuentran en su camino los jóvenes de hoy, sobre todo los que provienen de barrios marginados, es la sensación de que nacimos marcados por la pobreza y que estamos condenados a la nada. "Por más que yo trate, la sociedad me lo impedirá," se dicen a sí mismos cada día".
Esto es cierto a medias. Es verdad, la sociedad en que vivimos es una ramera que abre las piernas del éxito a los que poseen mayores riquezas económicas y mejores relaciones sociales. Pero también es cierto, que el hombre que marcha seguro en busca de sus sueños lleva dentro la magia que abre todas las puertas y vence todos los obstáculos: La Voluntad. Muchos de los hombres más grandes del planeta no alcanzaron sus sueños sin librar duras batallas contra la adversidad.
La voluntad hizo posible que Michael Jordan fuera el mejor jugador de baloncesto luego de haber sido expulsado del equipo de su escuela. ¿Te imaginas el espectáculo que se hubiera perdido la humanidad si algo no le hubiera dicho al joven Jordan que debía seguir adelante y vencer la adversidad? La voluntad lo hizo.
El Che Guevara, una luz que nunca se apaga, era asmático y sin embargo pudo vencer los dolorosos sacrificios que tuvo que enfrentar como guerrillero. Los pulmones ceden ante la fuerza de voluntad.
Albert Einstein, una de los cerebros más brillantes que ha habitado el planeta tierra, "no habló hasta los cuatro años de edad, aprendió a leer a los siete, su maestra lo declaró un niño retrasado y fue expulsado de la escuela. La voluntad le susurró al oído que no se rindiera.
Si quieres ejemplos más sencillos, menos globales, también puedo ofrecértelos. Conozco a un joven nacido en el Barrio de San Antonio, Salcedo, que quedó huérfano de padre cuando apenas era un adolescente. Los padres de su enamorada, mis abuelos, no lo querían porque era negro, huérfano y pobre, pero el siguió adelante y no se rindió.
Trabajó mecánica por muchos años y así pudo ayudar a la vieja Rosa, su madre, y pagarse sus estudios. Luego de mucho sacrificio, cuando se iba a graduar de Técnico Agrícola, el instituto donde estudiaba no fue reconocido por la Secretaria de Educación, perdiendo su tiempo y su dinero. Las fuerzas le fallaron y casi se rindió, pero la voluntad se le metió en el alma y lo hizo seguir adelante. Hoy este muchacho es Ingeniero Agrícola y ha logrado abrirse paso en la sociedad y es, a mi juicio, uno de los profesionales jóvenes más culto de nuestra Provincia.
No hay excusas para el fracaso. Muchos, aquí en Salcedo, lo han tenido todo y no han hecho nada con el talento propio ni con los recursos de sus padres. La vida se le ha ido de "chercha en chercha" y se han quedado patinando en el lodo de la irresponsabilidad. Otros sólo han contado con un poco de talento y una férrea fuerza de voluntad y, sin embargo, han alcanzado lugares que ni ellos mismos llegaron a imaginar.para ellos mi admiración y mi respeto. Sigan adelante que aún quedan muchas nubes por conquistar. Paulo Coelho tiene toda la razón cuando afirma, en el Alquimista, que "cuando deseas una cosa, todo el universo conspira para que puedas realizarla"...y que "sólo una cosa hace imposible un sueño: el miedo a fracasar".
Este escrito es gracias a la colaboración de Freddy Fernández desde Puerto Rico
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