Cuando derramamos solo amor, desbordamos felicidad algo tan necesitado en este mundo. Somos culpables de cargar energia confusa, de arrastrar el mal dia en el trabajo, el despelote financiero, la discucion con un amigo en si todo lo que nos puede pasar durante cualquier dia. La unica manera de permanecer en la vida de los demas es derrochando amor, transmitiendo energia positiva. Somos responsable de como tomemos el dia, de lo que podamos transmitir, y como vivimos amarrados a la complejidad de esta vida y todo lo que la compone, nos cuesta enfocarnos en que nuestra vida sea solo inmunne a todo lo que podamos enfrentar. Pero el amor transforma, cura, rejuvenece y al darnos la oportunidad de vivir al despego de lo cotidiano, nos bendecimos en su totalidad, al mismo tiempo que transportamos la misma bendicion a los demas.
La vida es muy corta para no aprenderla a vivir lo mejor posible.
Juana Vasquez
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