La belleza está presente en todo lo que ha sido creado. Pero el peligro está en el hecho de que, como seres humanos muchas veces apartados de la Energía Divina, nos dejamos llevar por el juicio ajeno.
Negamos nuestra propia belleza porque los otros no pueden, o no quieren, reconocerla. En vez de aceptarnos como somos, procuramos imitar lo que ve...


Pablo Coehlo

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